Estamos a finales de 1973 y el camino de una de las mejores bandas del blues rock británico como fueron Free llega a su fin con la publicación de su último album; Heartbreaker y dando paso esto a que dos de sus integrantes, el cantante Paul Rodgers y el batería Simon Kirke se embarquen en una nueva aventura, que les será como mínimo igual de fructífera y asombrosa como ya les había ocurrido con Free.
En 1974 Rodgers y Kirke reclutan dos músicos reputados, por un lado al ex guitarrista de los Mott the Hoople Mick Ralphs y por otro al ex bajista de King Crimson Boz Burrell, para conformar Bad Company.
Con estos antecedentes, esta nueva banda tenía todas las bazas para competir con las más grandes bandas de rock del momento (Deep Purple, Nazareth, Uriah Heep, Black Sabbath, Thin Lizzy, Grand Funk Railroad o Led Zeppelin, entre otras muchas)
Sería precisamente el mismo representante de los Zeppelin, Peter Grant quien les guiaría por los éxitos masivos que vendrían en los sucesivos años al frente de la banda.
A principios de 1974 entran en los estudios para grabar su album debut que será publicado por el sello propiedad de Led Zeppelin Swang Song
Este debut de Bad Company, no puede ser mejor, titulado Bad Co., tiene absolutamente todo lo que se pide a un buen disco de Hard Rock melódico. Desnudez, riffs de guitarra, himnos imperecederos, melodías perfectas, estribillos adictivos, temas duros, baladas, un cantante portentoso, esencia blues, melodías accesibles…del que sobresale uno de los grandes himnos del rock como es Can't Get Enough.
Un disco corto, de tan solo 8 temas, pero donde no sobra absolutamente nada y todo es de la máxima calidad. Si Bad Company es un grupo mítico e indispensable en la historia del Rock se debe en gran medida a esta obra maestra, un disco clásico y legendario que logró vender más de cinco millones de copias solo en los Estados Unidos y varios más alrededor del mundo.
