El álbum en sí es una obra maestra asombrosa que mezcla de diferentes tipos de música amalgamados entre sí. Los tres amores de Mike Oldfield que son la música clásica, el folk y el rock, una composición con una riqueza y un detalle que no era fácil de encontrar fuera de la música de corte más académico.
A Grosso modo podemos dividir la primera parte de Tubular Bells en varios segmentos. Tanto el principio como el final son los momentos más conocidos de la obra.
primera parte parece una sucesión orgánica de ideas que se exponen sucesivamente. La segunda parte parece un ensamblaje de ideas dispares.
Tubular Bells no es un disco conceptual, puesto que no trata sobre ningún tema externo a la propia música; no es música clásica, porque en su práctica totalidad está interpretada con instrumentos del mundo pop-rock; no es música pop-rock, porque tiene estructura de composición clásica. Lo que es Tubular Bells es la demostración palpable del genio del que es capaz el casi siempre miserable ser humano, de nuestra capacidad para crear belleza de manera casi milagrosa aun cuando, como en el caso de aquel Mike Oldfield del ‘72, todo parecía estar en su contra: su personalidad inestable, la hostilidad de la industria, la relativa economía de recursos a su alcance a la hora de efectuar la grabación, la probable incomprensión del público…
Tras la puesta a la venta del LP en la primavera de 1973, fue presentado en directo en el Queen Elizabeth Hall, recibió críticas muy positivas y ya hubo buenas ventas; pero sería la inclusión de su tramo inicial en la película El Exorcista lo que lanzaría el disco al estrellato absoluto. Con casi dos años en el primer puesto de las listas de éxitos, además de seis millones de copias vendidas en aquellos momentos, y mas de 15 millones de copias en la actualidad.
Sin embargo deberíamos situarnos en 1973, que fue un gran año para la música rock, para darnos cuenta del tremendo impacto de esta obra, cuando nada aún se había hecho así, al menos de cara al gran público. Resulta que siempre, ante casi cualquier cosa hay alguien o algunos que lo hicieron antes, por ello hay que tener reservas al decir que algo fue lo primero, quizá fue lo primero conocido o con relevancia pública. Sin duda éste álbum es uno de los paradigmas del rock progresivo. Una obra que debe formar parte de la colección de discos de cualquier persona interesada en la música, independientemente del estilo de lo que suela escuchar.
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