Steely Dan fue un grupo unico y peculiar, tal vez porque en los momentos confusos después de los sesenta, cuando el rock devenía pasto del glamour, planteaba otro acercamiento musical que bebía de muchas fuentes, desde el jazz hasta los ritmos latinos, y una instrumentación sofisticada, pero no tanto por la cantidad de instrumentos usados como por la atmósfera creada por una formación sencilla. Este ir contra corriente se refleja hasta en el nombre del grupo, sacado del libro El almuerzo desnudo de William Burroughs.
Walter Becker y Donald Fagen dieron con la mina de oro ya en su primer disco Can´t Buy a Thrill contaron con el aprecio de crítica y público. Do it Again, es una de las canciones más emblemáticas del grupo, una buena muestra de su estilo: una voz aflautada pero no estridente, un ritmo cautivador, una estructura musical complicada pero no agobiante, con la originalidad, en su momento, de incluir más de un solo (sitar, teclado, guitarra), una introducción parsimoniosa pero envolvente, un ritmo latino cautivador pero en su momento sorprendente y una letra que habla sin ambages del perdedor que una y otra vez repite sus errores, de todo un adicto al riesgo…
(dedicado a mi gran amigo Jose Maria Varela)
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