A finales de los 70 el panorama musical estaba tomado por el punk, la new wave, el heavy y hard rock, la música disco o funk y los últimos coletazos del rock progresivo clásico, el rock sofisticado y con cierto glamour hacía varios años que se había perdido en algunos cuantos artistas de los cuales apenas ya se les mostraba mucha atencion, por lo tanto no era, desde luego, el caldo de cultivo más proclive para el triunfo de un segundo disco refinado y elegante como fue ‘Communiqué’ (1979).
Y es que tras el sorprendente éxito de su anterior trabajo homónimo, Dire Straits se encerraron en un estudio en las Bahamas para grabar lo que terminaría siendo, para muchos, el mejor elepé de su carrera, sería este disco el que asentará el sonido de Dire Straits y el último que se grabará con la formación original.
Para Communique la banda continuaba con ese rock con esencias de blues y country (o llamado popularmente roots rock), que ya habían mostrado en su primer trabajo.
La conjunción de las guitarras de los hermanos Knopfler es extraordinaria y con un sonido espectacular (la producción corrió a cargo de los expertos Jerry Wexler y Barry Beckett).
La batería de Pick Withers que en el primer disco no destaca en exceso, es contundente y marca el ritmo sin titubeos desde el primer acorde de la fantástica “Once upon a time in the west” y los demás instrumentos suenan asombrosamente nitidos y cálidos, algo que adolece el trabajo anterior.
Alcanzaron un doble disco de oro en Gran Bretaña: uno por las ventas de su primer álbum y otro por los pedidos adelantados de 'Communíqué'. Sin embargo, las cosas en Estados Unidos no fueron tan bien, principalmente debido a que las fechas de publicación de ambos álbumes resultaron demasiado cercanas. 'Communiqué' pagó esta situación solo alcanzando el 5 puesto en las listas del Billboard, mientras el primero se llevaría dos discos de Platino.
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