Durante la primera parte de la década de los ochenta ocurrieron varias situaciones fundamentales que serían decisivas para el devenir de la música rock en los años siguientes, por un lado el punk rock que había llegado para arruinar todo lo establecido hasta ese momento fue absorbido por el propio movimiento punk, por otro el resurgimiento de géneros que parecían defenestrados como el Heavy Metal volvía a tener una segunda generación mas fructífera si cabe que la nacida diez años antes y géneros como el rock progresivo se habían reinventado en el llamado Neo-Prog con múltiples bandas que empezaron a destacar en las décadas posteriores
Pero sería el rock orientado hacia adultos, llamado mas comúnmente AOR el caldo de cultivo de cientos de bandas que dominaron parte del mercado musical durante los años ochenta.
Bandas como Journey, Foreigner, Reo Speedwagon, Boston o Toto entre otras muchas tuvieron años de éxitos con innumerables álbumes que coparon las listas de exitos de medio mundo
Sin embargo todas estas bandas ya habían empezado años atrás sus andaduras por el mundo del rock, aunque no serían hasta entrada esta nueva década cuando explotaron todo su potencial.
En el caso de Journey era un claro ejemplo de este dato, fundada en 1973 por varios ex componentes de la banda de Santana como eran el teclista Gregg Rolie y el guitarrista Neal Schon los cuales reclutan al batería Aynsley Dunbar y al bajista Ross Valory para después de fichar por el sello CBS publicar el primer disco titulado homónimamente como la banda.
En este primer trabajo, así como los sucesivos Look in the future (76), Next (77), Infinite (78) y Evolution (79), la banda se mueve entre un incipiente hard rock con tintes progresivo, no exentos de sonidos jazz.
Ya para el album Evolution la banda tenía una nueva formación con Steve Perry y Steve Smith como nuevos cantante y batería respectivamente.
Con Perry a los mandos del timón los retazos progresivos de la banda dejaban paso hacia un rock estandard más suave, muy melódico, con influencias de soul por momentos.
En 1981 publicaron su séptimo disco Escape, a la postre su trabajo más exitoso y piedra angular del Rock contemporáneo, un álbum que suena de auténtico lujo y contiene joyas tan destacadas como ‘Don't stop believin’, ‘Who's crying now’ y ‘Open arms’. Catalogado en el puesto número veintidós en la lista de los cien mejores álbumes de rock de todos los tiempos, Escape es una obra maestra del rock y nos mostraba a una formación que se encuentra en plena forma, la cual se vio fortalecida por la entrada de un nuevo miembro: el teclista Jonathan Cain.
(Dedicado a mi amigo y gran fan de Journey; Diego)
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