El Leonard Cohen de la década de los 70 era un cantante muy particular y diferente a lo políticamente establecido, su estilo se desmarca de las tendencias del pop y rock de la epoca con unas propuestas únicas y originales.
Con la llegada de la nueva década de los 80 Leonard Cohen se renueva y desvelaba a un artista con voluntad de modernidad, que sabía encarar y dominar una década en la que muchos otros naufragaron sin remedio. Tras una leve transición con su album 1984 Various positions, en el que los sintetizadores y las nuevas tecnologías aparecen ya como parte primordial en sus canciones, es en 1988 cuando Cohen alcanzaría su máximo esplendor y a la postre su mayor éxito con el album I'm your man, un trabajo que hizo que muchos descubrieran a un nuevo Leonard Cohen que, de todos modos, no renunciaba a sus viejas inquietudes. El disco contenía algunos temas que se convirtieron en hits de tremendo impacto comercial. Las canciones pasaron inmediatamente a contarse entre lo mejor de Cohen.
En una encuesta de Rolling Stone de las diez mejores canciones del cantante canadiense en toda su carrera, tres canciones de este album, I'm your man, Tower of song y Everybody knows, figuran en dicha lista.
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