viernes, 12 de enero de 2018

Pink Floyd - Echoes (1971)

En Atom Heart Mother, Pink Floyd habían empezado a enderezar su camino. Empezaban a alejarse del sonido psicodélico de sus primeras obras, en parte también por que su mentor Syd Barrett ya no pertenecia a la banda ni a este mundo.
Si todavía había algunas dudas o algunos intentos fallidos, en Meddle desaparecen totalmente: Pink Floyd encuentra su estilo y, a partir de este punto, se convertirá en una de las bandas más increíbles, más influyentes, más asombrosas y sin duda una de las cinco mejores bandas de la historia del rock.
La banda se inclina por las canciones largas, y busca generar atmósferas con cada nota, sin importar el tiempo que se necesite para desarrollar la idea. Las canciones de Meddle se deslizan con lentitud, con insistencia y elegancia, de manera tal que uno realmente logra meterse de lleno en cada una de ellas.
Además, los climas que genera la música son muy diversos. Este es un aspecto importante: hay momentos muy oscuros, momentos pesados, momentos etéreos, momentos somnolientos, momentos frescos y jazzeros, hasta momentos bluseros. Al no ser un disco conceptual (luego de Meddle, Waters se enamoraría de los álbumes conceptuales, en un romance que dura hasta el día de hoy), la banda tiene más libertad para cambiar totalmente de rumbo en cada una de las canciones. El resultado es un disco muy fresco y variado, que crece con las sucesivas escuchas y nunca cansa. No obstante, también es cierto que, en los discos posteriores de los Floyd, el concepto de cada uno aportaría un sentido de unidad y trascendencia que no se encuentra aquí en Meddle. En otras palabras, el impacto general del álbum no es tan certero.

Porque, en realidad, casi todo lo que es este álbum se encuentra también en Echoes, una extensa y maravillosa suite que engloba todas las sensaciones del disco en 23 minutos majestuosos. Simplemente la sola presencia de Echoes le da el 9 al disco, y que es una de las experiencias musicales más preciosas y majestuosas que puede escuchar un ser humano.


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